El otoño está a la vuelta de la esquina y las mejores cafeterías esperándote este temporal también. Bilateral Magazine trae para ti los mejores espacios de Guadalajara donde podrás degustar los mejores cafés de la ciudad.
Fitzroy expresso bar
En Fitzroy expresso bar podrás encontrar café de la más alta calidad en casi cualquier presentación. No dudes probar su amplia gama de métodos de extracción con distintos tiempos y notas de sabor.
Otra especialidad del lugar es su típica malteada de horchata con helado hecho en casa.
Visita sus especialidades en Marsella 126, Colonia Lafayette.
Martes a sábado de 9:00 a 17:00 y domingos de 9:00a 15:00 hrs.
Los Arrayanes Café: nada complicado
Esta cafetería es sin duda una de las más bellas en Guadalajara. Instalado en una bella finca sobre la clásica Avenida Vallarta, te recibirá con los brazos abiertos rodeada de jardines, amplias opciones de desayuno y el mejor de los cafés.
Si visitas Los arrayanes café, no olvides probar su clásica agua de arrayán.
Av. Ignacio L. Vallarta 1697.
Lunes a sábado de 8:00 a 22:30 y domingos de 8:00 a 15:00 hrs.
La Cafetería: casa fuera de casa
A unas cuantas calles del Templo Expiatorio, en el corazón de la bellísima Avenida Libertad se encuentra La Cafetería, un lugar tan acogedor que sabe a hogar. Ven por las mañanas y disfruta de su pan recién horneado con su amplia variedad de cafés.
También podrás degustar un sinfín de bebidas tradicionales como el típico chocolate o tascalate con el sabor más tradicional.
Av. Libertad 1700, esquina Robles Gil, en la Colonia Americana.
Lunes a domingo de 8:00 a 23:00 hrs.
El Café Madrid
El Centro de Guadalajara posee lugares que viven a destiempo y el Café Madrid es uno de ellos. No pierdas la oportunidad de visitar una de las cafeterías más antiguas de Guadalajara. Visita su mural apodado “La ciudad de las mujeres” y admíralo en compañía de su tradicional expreso cortado mejor conocido como Madrileño.
Lunes a domingo de 8:00 a 22:00 hrs.
Avenida Juárez 264, Centro
El terrible Juan
De un local donde podían sentarse cinco personas a ocupar toda una esquina que se volvió emblemática en la Colonia Americana. Una terraza que es íntima y una barra que es pública, un espacio único para disfrutar su long black.
