El mezcal es un trago de origen mexicano que desde hace más de una década está brillando a nivel internacional. Este elixir cargado de tradición e historia es creado por la destilación del corazón del agave o maguey.
En México, cada clase de mezcal está asociada a una especie de maguey o de otras plantas similares emparentadas, así como a una región geográfica particular, como el sotol en Chihuahua, Durango y Coahuila, el bacanora de Sonora, el mezcal de gusano en Oaxaca, y el mismísimo tequila jalisciense.
Mezcal es un vocablo derivado del náhuatl, mexcalli, que significa maguey cocido o pencas cocidas del maguey, lo que alude a una forma en que se prepara el agave para su aprovechamiento.
Así como las uvas en el vino, también existen muchos tipos de agaves, cada uno le da al mezcal un sabor y aroma único. Según el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal, existen más de 20 variedades que pueden darle vida.
En la localidad de Nombre de Dios, Durango, la llamada “tierra del mezcal”, en los talleres familiares conocidos como vinatas, todavía es de tipo artesanal la elaboración de la bebida, sobre todo con maguey gris silvestre.
Si preguntamos por el origen del mezcal, nuestros pies se untan de la tierra mexicana, mientras caminamos por los palenques de las tribus indígenas, quienes lo producían de forma artesanal y bebían en sus ceremonias más especiales, no todos lo bebían, sólo las personas más importantes; los sacerdotes, los guerreros y los nobles.
En Durango, el mezcal se elabora gracias al uso de un alambique que consiste en un cazo de cobre con el mosto bajo el cual hay un horno con leña de mezquite. En la parte superior se coloca una montera de madera denominada “viejo”, con una cánula o bitoque de madera en diagonal por donde fluye el líquido hacia un serpentín de cobre con forma de espiral que está sumergido en una pileta de condensación llena de agua. Por el extremo del serpentín que sobresale desde un costado de la pileta mana el aguavino, resultado de la primera destilación, y gracias a un segundo proceso se obtiene la bebida alcohólica lista para su venta o añejamiento.
Este proceso, tan lleno de la magia de la tradición comienza desde que se plantan los agaves, que normalmente tardan en madurar de 6 a 8 años, aunque algunas especies pueden tardar hasta 20 años.
“Mezcal Sin Remitente”
Hay algo irresistible en recibir un regalo misterioso.
La emoción que un remitente desconocido despierta en nosotros mismos y en la imaginación, el romanticismo de tiempos antiguos donde se valoraba más la palabra escrita y el tiempo de espera al recibir una carta.
El mezcal viajero
Sin remitente es un contador de historias que viaja por el mundo para compartir la esencia y el sabor de un pueblo bendecido por la diosa Mayahuel, Nombre de Dios, Durango, en donde habita una comunidad de maestros mezcaleros que apuestan por sus tierras agaveras y que han decidido preservar sus tradiciones generacionales y dedicarse a hacer lo que mejor saben, mezcal.
Con esto de fondo, creamos un proyecto comprometido en apoyar el desarrollo y crecimiento de esta comunidad mezcalera en el estado de Durango que empieza a figurar en el mercado creciente, pero que por falta de recursos e infraestructura en sus vinatas (talleres artesanales donde producen la bebida) no han logrado una comercialización en forma, como lo ha hecho Oaxaca, que ya es bien conocido por el auge que ha tenido en la venta de este producto tanto nacional como internacional, que tan solo en este año ha exportado 56,000 litros a Estados Unidos y a países europeos.
¿Qué nos hace únicos?
«Sin remitente», quiere comunicar este mensaje a través de una marca para un mezcal único que se transmite más como una experiencia y menos como una marca comercial. El centro de todo sería el lugar de origen de esta bebida, que en todos los casos sería el remitente: la naturaleza, la geografía y la sensación que se crea al percibir sus sabores característicos de esta tierra que te crean un sentido de pertenencia.
Esta edición de Sin remitente es un homenaje al estado de Durango en México, un hermoso lugar lleno de montañas y una vida silvestre única.
Escrito por Paulina Patlán Reynoso
Contacto: 33 2332 6530
www.sinremitente.mx