MÁS ALLÁ DEL RENDIEMIENTO: RAFAEL HERNÁNDEZ

by Bilateral Magazine

Nuestra decisión de invertir no debería basarse sólo en el rendimiento que nos ofrecen. Existen otras variables que son muy importantes al momento de evaluar si es o no conveniente adquirir un activo o participar en un negocio.

Tendencia:

Dentro de las tendencias existe una clasificación particular a la que debemos prestar atención; las Megatendencias. Se denominan así porque se manifiestan a nivel mundial y durante periodos bastante largos. Dos indicadores de que podríamos estar ante una auténtica oportunidad de inversión, con perspectivas de crecimiento a largo plazo y beneficios duraderos.

Sector e industria:

Las épocas difíciles, incluyendo la pandemia actual, nos han mostrado que no todas las empresas son capaces de adaptarse y sobrevivir, y entre las razones de que esto sea así se encuentran el sector y la industria a la que pertenecen.

Ante factores como el desempleo, la precarización laboral, la baja natalidad, una población que sigue envejeciendo, problemas en las cadenas de distribución y otros más, nuestras prioridades de consumo cambian y se ajustan a la situación que vivimos. Esto provoca que servicios y productos que antes consumíamos con determinada frecuencia desaparezcan por completo o queden relegados hasta el final de nuestros presupuestos y listas de compra.

Si vas a invertir, asegúrate de poner el dinero en sectores e industrias que aún tienen demanda y cuyas perspectivas a futuro son positivas.

Posicionamiento de Marca:

Muchas veces, creemos que por el sólo hecho de que un mercado es muy grande, en consumidores potenciales o volumen de facturación de quienes ya participan, es una buena idea invertir en un negocio que se dedique a eso mismo. El ejemplo clásico que yo he escuchado muchas veces es “poner una Pizzería”. Y aunque de inicio pueda parecer una buena idea, estamos olvidando que, tanto si iniciamos con una marca propia como si adquirimos una franquicia de una marca reconocida, el posicionamiento de la marca en la mente del consumidor jugará un papel muy importante.

En el mercado de las pizzerías, las marcas reconocidas a nivel mundial ya tienen bien ganado su lugar en la mente de las personas. Y cuando tú le mencionas a tus amigos o familia que se te antoja comer una pizza, inmediatamente te responderán con la primera marca que se les venga a la cabeza. Incluso podría ser que cerca de tu casa exista una pizzería y, aun así, dada la excelente labor de marketing que han realizado los grandes jugadores de la industria, podrías olvidarla e ir directo a comprar tu pizza a otro vecindario, o pedirla por teléfono a Dominos, Papa Johns, o Little Caesars.

Reputación:

El que una empresa y su marca se encuentren posicionadas en la mente de una persona, no quiere decir que sea así por buenas razones. También existen casos donde la causa de que una marca resulte imborrable en la mente de alguien sea por un escándalo, como Volkswagen y el Dieselgate, Enron y su Maquillaje Contable, o WeWork y su fundador Adam Neumann, dueño de muchas de las propiedades que arrendaba la empresa, también dueño de la marca We, que terminó vendiendo a WeWork, y organizador de fiestas con licor unos días después de haber despedido a muchos de sus colaboradores.

Las personas no adquirimos los productos y servicios que las empresas nos ofrecen exclusivamente por necesidad, precio o placer. También lo hacemos por la afinidad que sentimos hacia sus marcas y los valores que estas representan.

Ubicación:

La ubicación será determinante para la operación sostenida de un negocio, así como los beneficios potenciales que podrá generar. 

Las leyes impositivas no son iguales en todo el mundo, por esto existen los “Infiernos Fiscales”, como España, y los “Paraísos Fiscales”, como Irlanda.  Aunque este último término suele emplearse para aquellas naciones que aun cuentan con Secreto Bancario, actualmente también se usa para referirse a los países que, siendo transparentes y cooperativos con otras naciones para luchar contra el lavado de dinero y otros delitos en la industria bancaria, ofrecen incentivos fiscales, como impuestos muy bajos, a las empresas que decidan instalarse en su territorio. 

Otro de los factores que varían de acuerdo con la ubicación son: la cultura, el nivel de pobreza y desempleo, la disponibilidad de recursos naturales, la pirámide poblacional (porcentaje de hombres y mujeres, así como de jóvenes y adultos), el poder adquisitivo, la libertad económica, la certeza jurídica y muchos más.

La decisión de dónde, cuándo, en qué, cómo y para qué invertir, es algo que debemos tomarnos con calma. Pues su impacto, a medio y largo plazo, en nuestra vida, podría cambiar el rumbo que hoy seguimos y, en consecuencia, el destino al que habremos de llegar.

Escrito por Rafael Hernández

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