Me encuentro estudiando la Maestría en Administración Estratégica y recientemente me solicitaron hacer una investigación documental del tema “comunicación y liderazgo” bajo la premisa de que los líderes deben de tener la habilidad de comunicación bien desarrollada para poder dirigir a sus equipos de trabajo de la manera correcta. Lo que llamó poderosamente mi atención fue que ésta habilidad era la primera de la lista, antes que negociación, trabajo en equipo, toma de decisiones, análisis entre otras competencias necesarias para la gestión gerencial.
Al iniciar mi investigación, lo primero que encontré fue una frase de Garay (2010) que dice así: “No es posible que exista un líder, si no hay un grupo humano dispuesto a seguirlo”. A su vez, Cruz (2014) nos dice que “el individuo es un ser social por naturaleza y utiliza la comunicación para relacionarse e interactuar con los demás” y Nosnik (citado por Torres, s.f.) afirma que “la comunicación es una manera de establecer contacto con los demás por medio de ideas, hechos, pensamientos y conductas, buscando una reacción al comunicado que se ha enviado”. Es decir, considerando la frase de Garay y las definiciones de Cruz y Nosnik, podemos decir que un líder necesita de personas que lo sigan, y, para poder influir, relacionarse e interactuar con ellas, necesita la comunicación. Retomando el concepto de grupo de la primera frase, recurrí a Idalberto Chiavenato, uno de los autores latinoamericanos más importantes de la administración y él nos dice que a “un grupo de personas que se integran entre sí para alcanzar objetivos específicos” se le llama organización. Con esto, me iba acercando al objetivo del trabajo: descubrir la importancia que tiene la comunicación en los procesos gerenciales.
La comunicación organizacional (aquella que se da al interior de las organizaciones) según Rebell y Ruiz (1998) “es un factor de poder en las organizaciones porque hace posible la cohesión e identidad de sus miembros, constituye a su vez, la identificación, selección y combinación de los medios eficaces para el logro de los objetivos, y genera la coordinación de las acciones que se requieren para la realización de estos objetivos” definición en la cual coincido completamente ya que, como miembro del área de recursos humanos de diferentes empresas, me he dado cuenta que el tener un buen sistema de comunicación interna, apoya a los procesos clave de las organizaciones. Otro autor, Cruz (2014), va más allá al decir que la comunicación tiene un enfoque estratégico desde el momento en el que se utiliza para transmitir la cultura empresarial, para facilitar el trabajo en equipo y para la resolución de conflictos, además de ser fuente de motivación para el personal, todos estos factores cruciales que le permiten a las organizaciones alcanzar su visión y su misión.
Sánchez (2018), nos dice que la primera barrera que se presenta dentro de las organizaciones para afrontar el cambio, es la falta de conocimiento. Y, para poder vencer esta barrera, se necesita brindar información a través de los canales correctos. Es decir, si comunicamos de manera eficiente podremos ayudar a las organizaciones a afrontar el cambio y a lograr los objetivos planteados. Como conclusión, podemos decir que la comunicación es una de las habilidades más importantes que debe de tener un líder para la adecuada gestión de sus actividades empresariales. Considero que, para poder generar un clima de confianza entre el líder y su equipo de trabajo, la comunicación es clave ya que permitirá, por un lado, el establecimiento de metas y estrategias para el logro de los objetivos (a través de la comunicación formal), y, por otro, la generación de lazos de confianza (a través del adecuado uso de la comunicación informal), de igual forma, el comunicar adecuadamente y en tiempo, permitirá a los trabajadores de una organización lidiar con la incertidumbre que provoca cualquier tipo de cambio que se pudiera dar en la misma. También creo que dentro de las habilidades comunicativas que debe reforzar un líder, es importante trabajar en la comunicación escrita, ya que es a través de documentos formales como se puede asegurar que los mensajes lleguen de la manera correcta a todos los miembros asegurándose de que no existan barreras comunicativas, errores de interpretación u olvido de datos importantes, lo que coloquialmente se conoce como “teléfono descompuesto”. Por último, podemos corroborar la importancia de la comunicación organizacional y cómo influye en el buen desarrollo de los equipos de trabajo ya que podemos darnos cuenta que los equipos que se comunican mejor, generan lazos de confianza más fuertes y esto permite que el trabajo se realice de la manera más adecuada y eficiente posible.