Tal fue el caso de Andy Warhol, que inició como publicista y posteriormente se convirtió en uno de los iconos del arte contemporáneo. Las campañas publicitarias de Warhol creaban énfasis en las situaciones y objetos cotidianos. Algunas de sus obras ponían en relieve las malas experiencias del consumidor. Además, Warhol sentía fascinación por los productos de fácil adquisición como la sopa Campbell´s y personalidades relacionadas con el cine y la moda como Marilyn Monroe ,Elvis Presley o Marlon Brando.
El dialogo entre estas disciplinas es indudable. Warhol elevó a categoría de arte la banalidad comercial. Y esta osadía resultó irreversible tanto para compradores como creadores. El comercio de la industria cultural hoy en día se encuentra basado en la comercialización y el valor del contenido, en su mayoría.
Alejandrina Rodríguez González