Como consecuencia de las restricciones que se han implementado a nivel mundial, las empresas se han visto obligadas a encontrar nuevos canales de comunicación y venta con sus clientes.
A estas alturas ya todos deberíamos saberlo… el color del océano en el que hemos vivido ha cambiado, de un rojo intenso, provocado por los cientos de miles o incluso millones de pequeñas, medianas y grandes empresas que antes se disputaban su control, a un color azul, quizás muy claro, porque aun está en proceso de transición; pero en definitiva es un azul que nos está avisando las nuevas oportunidades que vienen en camino.
Justo estos años por venir son la oportunidad que muchos hemos estado esperando. La oportunidad para hacer un cambio de carrera y dedicarnos a aquello que nos apasiona y en lo que sabemos que somos grandiosos; la oportunidad de emprender y ayudar a otros con nuestras ideas, productos y servicios; la oportunidad de demostrar que somos más competentes de lo que nuestros puestos requieren y que por tanto deberíamos ser considerados para un ascenso; la oportunidad de aprender a invertir y forjarnos un futuro libre de las exigencias de cumplir con un empleo de 8 horas o más, con días de vacaciones limitados, sin pago de horas extra, guardias de fin de semana, en algunos casos compañeros de trabajo desconsiderados y muchas otras cosas más que podrían hacer de nuestro trabajo una parte más satisfactoria de la vida.
Algunos de los millonarios más famosos construyeron su riqueza porque vivieron en tiempos arduos donde ellos tuvieron el coraje de hacer lo que otros sólo dijeron que harían.