Cultivar alimentos de manera casera no solo ayuda a la economía de tu bolsillo, sino que también contribuye significativamente a reducir los productos de carbono en el medio ambiente. Por si fuera poco, los germinados, también conocidos como brotes, son la oportunidad perfecta para que obtengas frutas y verduras libres de pesticidas y otros productos químicos. Además, el sabor de las cosechas caseras por lo regular es más intenso que el que regularmente conocemos en los supermercados.
Sabemos que el mundo de los germinados no siempre es el más sencillo, pues para lograr que las semillas completen su brote es necesario conocer los secretos básicos de agricultura en casa.
Estos son nuestros 5 tips para germinar semillas como todo un experto.
1. Utiliza el método de germinación adecuado
Germinación vaso de agua o papel húmedo
Para llevar a cabo este método debemos meter las semillas en un vaso de agua tibia. La temperatura del agua deberá rondar entre los 22 ºC y 25ºC. Si lo haces con la temperatura adecuada las raíces no tardarán en surgir. Este método es recomendable en verano ya que la temperatura ambiente es más adecuada para a germinación de las semillas. Este método también es compatible con el del papel húmedo. Se pueden poner las semillas en agua durante 24h para que se hidraten y luego proceder con el método del papel húmedo.
Choque térmico
El choque térmico consiste en hacer pasar calor, o frío, a la semilla durante un (muy) breve periodo de tiempo. El objetivo es tratar de imitar las condiciones por las que pasaría la semilla de estar en su hábitat natural.
Directo de la tierra
Las semillas pueden germinase directamente en la tierra. Para ello, deberemos colocar el sustrato en la maceta o el recipiente elegido. El sustrato debe estar húmedo, pero no empapado. Se hace un pequeño agujero con el dedo y se coloca la semilla. Debemos tener cuidado de no empapar la tierra y que haya exceso de humedad ya que esto provoca que la raíz se quede en el lugar en el que está.
2. Busca semillas para plantar
Una de las causas frecuentes por las que la germinación no se da, es porque no usamos las semillas adecuadas. En otras palabras, las semillas deben ser especiales para germinar. Por mucho tiempo se ha fomentado la creencia de que las semillas que usamos para comer son las mismas que podemos plantar. ERROR. Su capacidad de germinar es casi nula porque estas semillas han sido expuestas al calor y la humedad sin ningún tipo de precaución.
3. Planea un lugar con la temperatura adecuada
Para que las semillas germinen bien necesitan una temperatura templada. Si la temperatura es fría las semillas no crecen o lo hacen muy despacio, si es muy cálida pueden proliferar hongos u otros microorganismos. La temperatura del interior de casa es muy adecuada para la germinación.
4. Mantén tus germinados en un lugar con suficiente iluminación
La luz es un factor que no puedes olvidar, ya que es completamente necesaria en todos los seres vivos. Tienes que saber que los germinados pueden vivir sin luz, pero estos no tendrán el crecimiento que esperas. Te estarás preguntando por qué: la respuesta es simple, sin luz no hay clorofila y sin luz no crecerán verdes.
5. Utiliza plantines o semilleros
La siembra en plantines o semilleros se lleva a cabo cuando queremos adelantar la siembra. Estos nos ayudan a mantener las semillas a una temperatura adecuada para su germinación. Con la siembra protegida podemos adelantar un mes (aproximadamente) y realizar siembras escalonadas para así tener cosechas más frecuentes y variadas.
Son varias las ventajas de entender los que necesitan nuestras semillas antes de germinar. Una de las más importantes es que se aprovechan todas las semillas sin pérdida alguna. Al ofrecerles a las semillas un incentivo inicial, casi todas germinarán y crecerán, sobre todo si son de buena calidad. Entonces te aseguras el éxito de todo tu cultivo.